Vincenz Schuster fue el guitarrista que más frecuentó las Schubertiadas que se celebraban en la casa de los Sonnleithner. Estas veladas musicales nocturnas reunían a numerosos intelectuales vieneses y en ellas Schubert solía presentar sus obras acompañado de aclamados músicos de su entorno, quienes también interpretaban obras escogidas de otros compositores. Schuster, además de guitarrista fue el prepulsor del arpeggione, un instrumento también llamado guitarra-violonchelo o guitarra de amor, y el encargado de estrenar en uno de estos conciertos domésticos la sonata que Schubert compuso para este efímero instrumento. El, en aquel entonces, profesor de flauta del Conservatorio de Viena, Ferdinand Bogner, también fue un asiduo de estas bohemias reuniones, por lo que no sería descabellado pensar que pudiera haber coincidido con Schuster y Schubert en una de ellas y que hubiesen deleitado al público asistente con un programa similar a este.